miércoles, 25 de enero de 2017

"Taralli" Napolitanos






Nápoles es una perdición gastronómica.... por todas partes encuentras comida super apetitosa. Hay muchas paradas en la calle, sobretodo de dulces. Baba, Sfogliatelle o estos taralli. Y todo, sin excepción, está buenísimo. Además a un precio realmente asequible. 

Nápoles es caótica, sucia, decadente, ruidosa.... pero te atrapa. Aunque creo que tanto te puede atrapar como puedes odiarla. Es de aquellas ciudades con las que no hay punto intermedio. 
A nosotros nos encantó. Y por supuesto no solamente Nápoles, todo lo que pudimos ver como Herculano, Pompeya, la costa amalfitana... Bien merecen un viaje. Estuvimos el pasado mes de Octubre y fueron cinco días perfectos. En un tiempo repetiremos con los niños, cuando puedan apreciar todo el entorno histórico que rodea a la ciudad del Vesubio. 

Pero a lo que vamos, que me voy por las ramas recordando viajes. 
Taralli. Dulce... no. Salado...tampoco. Como os decía los encuentras fácilmente por la calle y yo los describiría como un "pan" de almendras con un toque de pimienta. Cuando los probé el primer día me sorprendieron mucho. Y yo que no soy muy de dulces no pude evitar probar casi todos los que iba viendo. Son adictivos....
Cuenta la leyenda que allá por el año 700 los panaderos napolitanos empezaron a añadir manteca a los retales de masa que les quedaban de hacer el pan. A esta manteca se unieron poco después la pimienta y las almendras, y este fue el origen de los "taralli". 


Y tenía clarísimo que quería intentar hacerlos en casa. No parecía muy difícil, y la verdad es que no lo es. 
He buscado muchas recetas en webs italianas. Y esta es la que mas se parece en sabor a los taralli que puedes encontrar por las calles de Nápoles. Un par de apreciaciones... yo les he dado la forma que sugerían en la web, pero la próxima vez los haré simples, sin el trenzado, más al estilo de Nápoles. Y la segunda, la receta original lleva almendras con piel, les da un color más oscuro y supongo que algo más de sabor a los taralli. Yo no encontré almendras crudas con piel, así que use sin...


INGREDIENTES (Para unos 12 taralli grandes)
500 gr harina normal
180 g. de agua a temperatura ambiente
200 g. de manteca a temperatura ambiente
150 g de almendras crudas con la piel + 30 almendras más para decorar
8 gramos de levadura fresca
1 cucharadita de azúcar moreno
1 cucharadita de miel
20 gramos de sal
4-5 cucharaditas de pimienta

ELABORACION
Empezaremos preparando un pre fermento.  Para ello mezclaremos 100 gramos de harina (tomada del total), la levadura, 80 g de agua (tomada del total) y una cucharadita de azúcar. Enseguida se formará una masa. La cubrimos con film y la dejamos  reposar de 40 a 50 minutos.
Mientras tanto poner las almendras en una bandeja de horno y las horneamos 200° durante unos 5 minutos, hasta que estén ligeramente tostadas. Las sacamos del horno y dejamos enfriar. Cuando estén frías, las trituramos hasta que queden finas.
Una vez el pre fermento esté listo, añadimos la harina restante (400 gr), el agua restante (100 gr) y todos los demás ingredientes. Amasamos a mano o con amasadora, pero lo importante es no trabajar la masa demasiado. Solo lo suficiente como para que todos los ingredientes (sobre todo manteca de cerdo) se mezclen bien.  Debemos obtener una masa de pasta blanda. Formamos una bola y sin dejarla reposar, formamos los taralli.

Para ello, vamos separando pedazos de masa de 50 gramos cada uno. De cada pieza, hacemos un rollo de unos 20cm de largo, importante, sin enharinar la superficie!. Juntamos dos rollos por la punta y los entrelazamos como en una trenza. Los cerramos por abajo y juntamos las dos puntas.  Añadimos unas 3 almendras enteras a cada uno. Es importante remojar primero las almendras para que no se caigan una vez los taralli estén horneados.

Vamos poniendo los taralli en una bandeja para hornear, con un papel para horno, a una  distancia de unos 3-4 cm unos de otros. Los dejamos levar unas 2 horas, tapados con un paño de algodón. Aumentaran solo ligeramente de tamaño.

Los horneamos a 180 grados durante 50-55 minutos. Los dejamos enfriar sobre una rejilla, aunque se pueden disfrutar todavía calientes!!!




viernes, 20 de enero de 2017

Pan de maíz




Hay pocas cosas, culinariamente hablando, más gratificantes que hacer pan en casa. Lo que desestresa amasar, el olor que invade la casa al hornearlo, y lo mejor de todo, lo rico que esta!!!

Es cierto que cada vez más estamos volviendo, afortunadamente, a la cultura del buen pan. Vuelvo a ver colas en las panaderías tradicionales, las de toda la vida, con su obrador en funcionamiento desde altas horas de la noche. Entiendo que tiene que haber opciones, pero es que el pan pre cocinado es tan malo... A mi me sienta fatal. Nos exactamente que es, no se si es algún conservante o bien es el propio pan, pero cada vez que como (intento evitarlo a toda costa) se me hincha la barriga y me duele el estómago. Cosa que no me pasa con el buen pan....

Compramos el pan en una panadería de las de siempre, pero de vez en cuando lo hacemos en casa. E intento preparar panes que no encontramos tan fácilmente. Como este pan de maíz, tan típico de tierras gallegas y portuguesas. Nos ha encantado y cuando lo repita voy a cambiar la proporción de harina de maíz, haciéndola más presente. Está buenísima. En cualquier caso, esta es la mejor receta de pan de maíz que puedes probar. 
Aquí te dejo la receta del pan de maíz:



INGREDIENTES
250g de harina de maíz, y un poco más para espolvorear
425g de harina de trigo blanca ecológica
20g de levadura fresca (o 7g de levadura seca)
400ml de agua tibia
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
10g de sal

ELABORACIÓN
Empezaremos elaborando una "esponja" o pre-fermento. Ponemos la levadura en un bol y la cubrimos con 250ml de agua. Mezclamos bien. Añadimos la mitad de la harina de maíz y 50g de la harina de trigo. Mezclamos bien. Tapamos el bol con film y dejamos reposar 45 minutos, o hasta que se formen burbujas y tenga consistencia esponjosa.
Añadimos, sin dejar de batir, el resto del agua y el aceite. Incorporamos las harinas restantes y la sal y mezclamos hasta formar la masa. Volcamos la masa sobre la superficie de trabajo y amasamos unos diez minutos, hasta que esté lisa y elástica.
Formamos una bola y colocamos en el bol ligeramente aceitado. Cubrimos de nuevo y dejamos levar una hora, o hasta que doble su tamaño.
Volcamos de nuevo la masa y le damos unos golpes para desgasar. Ahora haremos el formado. Yo he preparado una gran hogaza, pero podéis hacer dos mas pequeñas. He enharinado, con harina de maíz, un banneton y he puesto la masa a fermentar de nuevo otra hora. Si no tenéis banneton, la ponéis sobre una placa de horno cubierta con un papel de horno y la espolvoreáis ligeramente con harina de maíz. 
Tapáis y dejáis levar otra hora. 
Pre calentamos el horno a 230º. Pasamos con cuidado el pan del banneton a una placa de horno, lo greñamos haciéndole un corte en el centro y lo horneamos 15 minutos. Bajamos la temperatura a 220º y horneamos 20 minutos mas. 
Enfriamos sobre una rejilla y listo para disfrutar!!!





martes, 17 de enero de 2017

Gnocchi salvia e burro


Ni se desde cuando quería preparar gnocchi en casa. A los niños les encantan y los que se compran no son para nada tan ligeros como los que se preparan caseros. Hemos tenido la oportunidad de probar gnocchi deliciosos en nuestros múltiples viajes por Italia y las ganas de reproducirlos eran enormes. 
He probado tres recetas diferentes, hasta que he dado con esta que es la que mejor me funciona. 

Los ortodoxos dirían que los gnocchi no llevan huevo... quizás sea así pero la masa es demasiado difícil de manejar, así que los nuestros llevan una yema....

El resultado, unos gnocchi fáciles y ricos que son ideales como entrante o como guarnición. Yo cuando me pongo preparo mas cantidad (4 veces la receta que os pongo) y los congelo (os doy el detalle de cuando hacerlo) y así podemos disfrutarlos más días sin problemas. 

Apetecen??? Son irresistibles!!! 





INGREDIENTES (para 2-3 personas)
500g. de patatas
100g. de harina de trigo (la mía integral)
1 yemas de huevo
Sal 


Unas hojas de salvia
50g. de mantequilla
Sal y pimienta
Queso parmesano rallado 

ELABORACIÓN
Lavamos las patatas y las cocemos sin pelar en abundante agua hirviendo, durante 20-25 minutos, dependiendo de su tamaño. 
Es importante que las cocinéis con la piel para evitar que absorban agua durante la cocción. Cunado estén listas, y aún calientes,  las pelamos y pasamos por un pasa puré para evitar que queden grumos. A las patatas añadimos entonces la harina y la yema de huevo, junto con un poquito de sal. Dependiendo de la humedad de las patatas podremos necesitar un poquito más de harina.. Debemos de conseguir una masa lisa y blanda que no se nos pegue a los dedos. Hacemos una bola, envolvemos en film y dejamos reposar unos 10 minutos.
Entonces, dividimos la masa en 3 partes. Con cada una de ellas formamos un cilindro que iremos cortando en porciones de aproximadamente 1,5 cm. Se pueden dejar tal cual. Yo de uno de mis viajes a Italia me traje un utensilio de madera que hace más fácil darles su forma rayada. También se puede conseguir presionándolos ligeramente con el tenedor. 
Ponemos una cazuela con agua y sal al fuego y cuando hierva, vamos echando los gnocchi poco poco. Cuando salgan a flote (unos dos minutos) querrá decir que ya están listos. Los retiramos. 
En este punto, los podríamos congelar. Para ello los pondríamos en un tupper con un chorrito de aceite y los congelaríamos, una vez fríos. 

Pero nosotros los vamos a preparar de una manera sencilla pero deliciosa. En una sarten ponemos la mantequilla y la salvia. Cuando la mantequilla se haya derretido y la salvia se empiece a tostar, añadimos los gnocchi. Les damos unas vueltas en la sarten para dorarlos ligeramente y los servimos inmediatamente, añadiendo sal, pimienta y queso parmesano rallado al gusto. 




viernes, 13 de enero de 2017

Tagliatelle con erizos



Soy de las que piensan, cada vez mas, que tenemos que comer productos de temporada. Es verdad que, por ejemplo, tenemos tomates todo el año. Pero no nos engañemos, en invierno no saben (la mayoría) a nada.... Así que seamos realistas y comamos aquello que la naturaleza nos ofrece cuando toca. 
Y que tenemos ahora en plena temporada? Los erizos de mar. Una exquisitez que si no habéis probado os animo a hacerlo. Con una advertencia, tienen un profundo sabor a mar. Así que si no sois amantes de los productos marinos, no se si os van a gustar. Pero si lo sois, vais a disfrutar como enanos!!! 
Y este es nuestro caso. Nos encanta todo lo que sale de nuestros mares. Las algas, los mariscos, los pescados... Todo tan rico!!!. 
Bien, pues como os decía están en temporada. Esta varia un poco según la zona, pero se pueden encontrar desde Noviembre hasta finales de Marzo, mas o menos. Y no tienen un precio abusivo. Tened en cuenta que como tienen ese sabor tan marcado no es plan de atiborrarse, tres o cuatro por ración son mas que suficientes. 

Y como nos gustan en casa? Pues o gratinados al horno o como os los traigo hoy, con pasta. Unos simples tagliatelle frescos se elevan a las alturas gastronómicas gracias a los erizos. Un plato muy simple pero con mucho sabor y que querréis repetir, advierto. :)

INGREDIENTES (para 2 personas)
250g de tagliatelle frescos
6-8 erizos
2 chalotas
AOVE

ELABORACION
Ponemos abundante agua con sal a hervir. 
Lo mas complicado es abrir los erizos, con cuidado para que no caiga nada de su caparazón dentro. Se abren con ayuda de unas tijeras. Lo haremos por la parte superior. Una vez abiertos, retiramos con ayuda de una cuchara la carne anaranjada y la reservamos. 
En una sarten ponemos aceite que cubra el fondo y pochamos las chalotas que habremos troceado en brunoise. Mientras, hervimos los tagliatelle, un par o tres de minutos según indique el envase. 
Una vez hervidos los pasamos a la sarten y lo mezclamos bien con las chalotas y el aceite. 
Servimos y añadimos los erizos por encima. El calor de la pasta hará que se cocinen ligeramente, que es como están más ricos. 



lunes, 9 de enero de 2017

Pollo picante estilo vietnamita


Volvemos a la rutina!!! Ahora si que si, niños al colegio y adultos al trabajo. Volvemos a la organización diaria, a los madrugones, a las lavadoras+plancha.... Y es que de vacaciones se está tan bien.... Pero nos quejaremos con la boca pequeña que nuestra rutina tampoco está mal y un poco de orden también iba haciendo falta. :)

Este año, por primera vez desde que recuerdo, no tengo una lista de "propósitos de año nuevo". Y es que para que llegue el 15 de Enero y me de cuenta de que ya voy mal en la mayoría, con la consecuente frustración, he decidido no hacerla, directamente. 
En cambio, si que me he propuesto vivir más el día a día, disfrutar de cada pequeño momento, aprovechar las cosas buenas (que hay muchas) y preocuparme menos. Puede ser visto como un "propósito", pero yo creo más en una filosofía. Y si voy al gym un día a la semana en lugar de tres, pues aprovecharé más ese día y ya está. Y si hay que cambiar de planes por lo que sea, pues nos adaptaremos. 

En el terreno culinario volvemos también a la "rutina". Os he comentado que muchos días comemos de tuper y eso hace que tenga que pensar en platos que aguanten bien el ser "recalentados". Eso no quiere decir que nos tengamos que limitar, hay muchas preparaciones que se pueden hacer con antelación y que de hecho están mas buenas al día siguiente. 
En el caso de este pollo estilo vietnamita, lo que hace el tiempo es acentuar el punto picante. Así que ya os digo que si no sois adictos al mismo es mejor que pongáis menos... 

Un plato con un toque asiático que nos ayudará a empezar con más alegría la rutina semanal...



INGREDIENTES
500g de muslos de pollo deshuesados y troceados
2 cebollas medianas troceadas
4 dientes de ajo picados fino
1 trozo de 5cm de jengibre fresco, rallado
3 tallos de citronella (solo la parte blanca) cortada en rodajas finas
2 guindillas rojas troceadas
1 cucharada de salsa de pescado
2 cucharaditas de azúcar moreno
aceite de oliva suave
cilantro fresco para servir

ELABORACIÓN
Calentamos un par de cucharadas de aceite en un wok y freímos a fuego medio la cebolla, el ajo, el jengibre, la guindilla y la citronella durante un par de minutos. Agregamos entonces el pollo subiendo el fuego. Espolvoreamos el azúcar moreno y dejamos que todo se haga durante 5 minutos, removiendo constantemente para que no se queme ni se pegue nada. Añadimos la salsa de pescado y dejamos cocer un par de minutos. Servimos de inmediato, añadiendo el cilantro. O bien refrigeramos y nos lo llevamos en el tuper con el cilantro aparte. 
Yo lo he acompañado de arroz basmati hervido.





jueves, 5 de enero de 2017

A'ja (buñuelos de pan) - Cooking the chef



Si, ya se que a estas alturas a casi nadie le apetece comer nada que no sea verdura, caldos ligeros... pero si la receta es de Yotam Ottolenghi, es fácil, es rica y no es demasiado calorica, pues la cosa cambia, no?? 
Y es que con este chef inauguramos las recetas del reto Cooking the Chef del 2017. 

Es un chef bastante conocido, especialmente en UK. Por si a alguien le apetece saber algo más de él, os diré que nació hace 48 años en Israel. En el año 97 se fue a UK donde tenía pensado hacer un doctorado, pero se apuntó a Le Cordon Bleu y este fue el comienzo de su aventura culinaria. Abrió su primer Deli en Notting Hill en 2002. 
Es muy conocido por sus platos vegetarianos, aunque tiene recetas de todo tipo. 

A mi me ha encantado cocinar algo suyo. Hace un par de años que los Reyes Magos me trajeron uno de sus libros, Jerusalen, y aun no había preparado nada. Si todo va bien, este nuevo año me traerá un viaje a Londres en el que pienso ir a uno de sus delis... Que ganas!!!. 

La receta es fácil no, lo siguiente. Tiene la gracia del uso de especias y hierbas aromáticas que le dan un toque muy especial. Y es ideal para aprovechar restos de pan que tengamos por casa!. 

Espero que los Reyes Magos se porten muy bien con todos!!! Ains, que nervios!!!

INGREDIENTES - Para unas 4 personas como entrante
4 buenas rebanadas de pan blanco sin corteza
4 huevos de corral grandes 
1 1/2 cucharadita de comino molido
1/2 cucharadita de pimentón dulce 
1/4 cucharadita de pimienta de cayena 
1 cucharada de cebollino picado
1 cucharada de perejil picado 
Media cucharada de estragón picado 
50g  de queso feta desmenuzado 
sal y pimienta negra 
aceite de oliva suave para freír 

ELABORACION
Remojamos el pan en abundante agua fría durante 1 minuto. Después lo apretamos bien para quitar el exceso.  Desmenuzamos el pan empapado en un bol, añadimos los huevos, las especias, 1/2 cucharadita de sal y 1/4 cucharadita de pimienta y batimos bien. Mezclamos las hierbas picadas y el queso feta.  
Calentamos 1 cucharada de aceite en una sartén mediana a fuego medio-alto. Formamos “tortitas” con unas  3 cucharadas de la mezcla para cada buñuelo, que echamos en la sartén aplastándolas ligeramente con la parte inferior de la cuchara. Freímos los buñuelos de 2 a 3 minutos de cada lado, hasta que se doren. Repetimos con la masa restante. Nos saldrán unos 8 buñuelos. 
Degustamos tibios. 


Receta del libro Jerusalen. 



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...